La toxicidad es definida por el conjunto de todos los comportamientos "agresivos" hacia los adversarios y miembros de un mismo team que contribuyen a la aparición de emociones desagradables, mal humor y dificultades comunicativas durante y después del juego. En particular, se verifica cuando un player se enfrenta a un evento negativo y se discute sobre sus propios objetivos. Esto causa rabia y frustración, generando un tipo de comunicación dañina y contaminada, se demuestra con el uso inapropiado de pings y mensajes en chat. Los comportamientos tóxicos se pueden dividir en intencionales y no intencionales. Cuando son intencionales es porque hay un intento directo del sujeto de arruinar la experiencia del otro player, en cambio cuando no son intencionales es porque la mayor parte de las veces un jugador esta buscando de realizar alguna jugada (ej. un micro-objetivo en la partida o hacer una jugada "épica") y termina por fastidiar a los otros.

Como se genera el comportamiento tóxico y la relación con el tilt o tilting:
Para entender cómo se genera un comportamiento tóxico, es posible utilizar el modelo del tilting de Henriks e Hansen (2021).  Este modelo está compuesto por tres fases. En la primera fase se verifica una situación adversa o negativa se compromete los objetivos del player o el team (realizar un micro objetivo, matar al enemigo, ganar la partida). Sucesivamente, se pasa a la segunda fase donde el jugador intenta hacer frente a la situación y a las emociones indeseables generadas por la situación (ej. rabia, frustración) por medio de sus propios recursos personales (ej. habilidades psicológicas). A este punto se pasa a una tercera fase en la que se verifican dos resultados posibles: (a) el player afronta con suceso el problema y aprende de la experiencia o (b) entra en el estado de tilt, estado en el cual se pierden las nociones básicas de como jugar y comunicar. La toxicidad en este modelo es vista como una manera errónea de expresar las propias emociones en ausencia de estrategias de afrontamiento. Finalizando esta parte, en este modelo la toxicidad puede ser vista también como la antecámara de un sucesivo estado de tilt.

Ejemplo:

Algunos ejemplos de comportamientos tóxicos:
En el mundo del gaming y los esports existen diversos tipos de comportamientos tóxicos. A continuación, se describen algunos.

Griefing: Acto de fastidiar y arruinar la experiencia online de los jugadores a través de conductas como robar oro, farm, kills y otras actitudes negativas.

Insulting: Contaminar el chat de grupo a través de mensajes llenos de insultos o frases ofensivas.

Trolling: Es un tipo de comportamiento que tiene como objetivo el burlarse de los compañeros de equipo a través de conductas provocadoras como jugar fuera de rol, usar builds inadaptas al personaje o no ayudar deliberadamente a los compañeros en momentos clave de la partida.

Flaming: tipo de comportamiento que tiene como objetivo “encender” la rabia entre los jugadores. Los mensajes no necesariamente contienen insultos (ej. “jungler difference, “1v9”, “my team is terrible”, “my support is a minion”)

Características de un jugador tóxico y consecuencias del tener un miembro tóxico en el equipo:
Aunque es necesario contextualizar siempre, gracias a la investigación se pueden distinguir algunas características frecuentes en los jugadores que optan por este tipo de comportamientos. En lo especifico, un jugador tóxico tiende a ser: excesivamente confiado, egocéntrico, no respeta coaching staff, es en algunos casos productivo pero al mismo tiempo negligente en la calidad de su trabajo y suele dar la culpa a los compañeros en caso de derrota. Desde un punto de vista organizativo, tener un jugador tóxico dentro de un equipo es perjudicial porque existe el riesgo que este induzca los otros a ser tóxicos (difusión tóxica), provoca pérdidas en términos de inversión de recursos financieros y causan una situación de completa instabilidad. En particular, no es raro que este tipo de jugadores sean entre los primeros en abandonar el equipo o la organización si esta atraviesa problemas.

Intervenciones psicológicas para afrontar la toxicidad:
Gracias a la psicología, existen diferentes estrategias para combatir la toxicidad entre los jugadores. A continuación, se describen algunas.

Análisis de la comunicación:
En primer lugar, es necesario tener en cuenta el modo en que los jugadores comunican. Si se trabaja con un team esports, una buena estrategia es la de grabar las partidas y en un segundo momento analizar los diálogos entre los miembros del equipo prestando particular atención a los momentos más activos del game (team fights, ganks, grouping hacia micro objetivos). Esto ayudará a detectar posibles “rumores” (diálogos innecesarios o ineficaces) sobreposición de voces en la comunicación y comprender mejor los estímulos antecedentes a las conductas tóxicas. Con respecto a partidas con jugadores anónimos (ej. soloq), aprender a comunicar con modalidades como el ping system y reforzar positivamente las buenas acciones de los miembros del equipo (ej. gj, n1, nice call) contribuyen a eliminar o limitar conductas tóxicas.

Mapa de control:
El mapa de control (en inglés control map) es una estrategia que ayuda a los players a identificar cuáles son las áreas del proprio rendimiento que están bajo el control proprio y que pueden hacer la diferencia en términos de resultados, toma de decisiones y afrontamiento de las dificultades. Como dicho antes, los comportamientos tóxicos suelen surgir como resultado de la falta de recursos y estrategias contra una situación adversa en el game. Trabajar en los aspectos que efectivamente se pueden controlar (tácticas del juego, concentración, comunicación, gestión del estrés) ayudará al player en hacer frente a las demandas del juego, dejar de lado otros aspectos fuera de la su área de influencia (tácticas del enemigo, eventos inesperados, decisiones ultimas de los compañeros de equipo) y a conservar energías para reaccionar en manera eficaz a las situaciones difíciles.

Dinámicas de equipo:
Otro pilar de fundamental importancia para combatir la toxicidad entre los jugadores es trabajar en aspectos como la cohesión, la resolución de conflictos entre los players y los valores del equipo. El objetivo de trabajar en estas tres áreas es el de crear una identidad colectiva y un código de honor entre los jugadores basado en el respeto y compromiso. En este modo, en el momento que un miembro inicie a actuar de manera tóxica, este comportamiento será aislado inmediatamente por el coach los demás jugadores que lo encontraran inaceptable para el rendimiento y bienestar del equipo.

Procesos de selección de jugadores:      
Desde una prospectiva más organizativa, en los equipos competitivos es relevante también una instauración de un proceso de selección eficiente que permita de discriminar los jugadores más predispuestos a esposar la filosofía y los valores del equipo. El proceso de selección es una manera preventiva muy útil para evitar situaciones criticas de toxicidad. En particular, gracias a este proceso, es posible individuar y eventualmente descartar jugadores que a la larga solo comprometerían la estabilidad del equipo. La presencia del psicólogo deportivo es fundamental durante todo el proceso, mientras que la del coach y el capitán resultan útiles en particular en la segunda parte del proceso (ej. tryouts entre los jugadores preseleccionados).

Trabajo con los coaches:
El coach, con su feedback y estilo de liderazgo, juega un papel valioso en la eliminación o la persistencia de conductas tóxicas por parte de los jugadores. Desde un punto de vista profesional, trabajar con un psicólogo del deporte permite al coach de tomar conciencia de la propia relación con el equipo, entrenar recursos psicológicos para la resolución de conflictos, usar un dialogo asertivo, hacer respetar del sistema de valores instaurado y tomar mejores decisiones en el momento que se detecte toxicidad.

Palabras finales
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