Los movimientos realizados por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí a través de sus filiales de juego -Savvy Games Group y ESL FaceIt Group (EFG)- han encendido una conversación global, a veces acalorada, sobre los motivos del reino y su posible influencia en los deportes electrónicos.

Pero muchos deportes y ligas están dejando atrás las cuestiones geopolíticas. No hay más que ver las noticias, las Finales de la WTA, el campeonato de tenis profesional femenino, se traslada a Arabia Saudí durante los próximos tres años. La F1 corre allí cada temporada, y el LIV Tour, obviamente, trae un torneo (como lo hizo el European Tour antes del cisma del golf). La ATP tiene sus Next Gen Finals en Yeda hasta 2027, mientras que la UFC y el boxeo de alto nivel también celebran combates en el reino.

Si ahora es más habitual recibir dinero saudí en los deportes tradicionales, ¿cuáles son las preguntas clave que hay que responder en torno a los deportes electrónicos?

¿Puede el dinero saudí contribuir a la estabilidad a largo plazo?

Los esfuerzos de Arabia Saudí en este ámbito forman parte de una estrategia de diversificación más amplia, recogida en su plan Visión 2030, con el objetivo de reducir la dependencia del reino del petróleo invirtiendo en otros sectores para convertir el país en un destino tanto de oportunidades de negocio como de acontecimientos deportivos y de entretenimiento. La audiencia global y juvenil de los deportes electrónicos representa una vía atractiva para alcanzar estos objetivos.

Teniendo en cuenta la escala y la naturaleza a largo plazo de estas inversiones, parece que el enfoque de Arabia Saudí no es simplemente una medida provisional, sino más bien un esfuerzo sustancial para fomentar el crecimiento sostenible en el sector de los deportes electrónicos.

Esto se alinea con sus objetivos económicos más amplios y la visión de transformar el reino en una potencia del juego. Sin embargo, el éxito de un plan tan ambicioso dependerá de varios factores, como la dinámica del mercado, los avances tecnológicos y la acogida que la comunidad mundial del gaming dé a las iniciativas lideradas por Arabia Saudí.

Algunos de los mayores desafíos de los deportes electrónicos en la actualidad tienen que ver con el patrocinio constante, la participación de los espectadores y la sostenibilidad a largo plazo tras años de crecimiento explosivo. En este contexto, una infusión de capital de una nación rica como Arabia Saudí puede proporcionar esa base de estabilidad económica para los deportes electrónicos.

"Además de crear más oportunidades para competir, ver y ganar al más alto nivel, Arabia Saudita está construyendo la infraestructura y los conductos necesarios para apoyar mejor la longevidad de los deportes electrónicos", dijo Craig Levine, co-CEO de EFG. "Esto ofrece un enfoque fiable y a largo plazo alternativo a los modelos a corto plazo, dependientes del capital riesgo, que han limitado el potencial de crecimiento de la industria."

¿Existe un público de jugadores en Oriente Medio?

Además, parece haber indicios de que la implicación de Arabia Saudí en los deportes electrónicos va más allá del mero oportunismo financiero. Por un lado, las inversiones del Reino se alinean con sus objetivos más amplios de fomentar una vibrante comunidad local de jugadores, mejorar la infraestructura digital y posicionarse como líder en el espacio de entretenimiento digital. Estos objetivos sugieren un compromiso con el ecosistema de los deportes electrónicos a largo plazo, en lugar de explotarlo para obtener beneficios rápidos.

La demografía juega a favor de la región. "Medio Oriente es uno de los mercados de juegos y deportes electrónicos más prometedores, con Arabia Saudí a la cabeza, donde el 63% de la población tiene menos de 30 años y dos tercios son aficionados a los juegos", afirma Levine. "Con la Esports World Cup y el desarrollo de Qiddiya City como parte de la Visión 2030 del reino, está claro que la región está invirtiendo en el crecimiento sostenible de la industria."

PALABRAS FINALES
Además, el enfoque de Arabia Saudí hacia la inversión en esports muestra una comprensión estratégica del potencial de la industria. Al acoger y facilitar grandes torneos y apoyar el talento local, Arabia Saudí no solo está inyectando dinero en los deportes electrónicos, sino que está contribuyendo activamente a la comunidad global y a la infraestructura que sustenta la industria.