Cómo el dominio de la mente con la psicología del deporte puede hacer que los mejores jugadores sean aún mejores.

En el 2016 el gigante de los esports SK Gaming reveló que había contratado a un psicólogo deportivo para mejorar la mentalidad y el juego de su equipo de League of Legends, con gran éxito. El equipo consiguió ascender desde el fondo de la clasificación de la CLS europea hasta la cima, mejorando su juego de forma constante en el proceso.

Pero no es la primera vez que un psicólogo entra en los esports. Team Liquid ha recurrido a la ayuda de un psicólogo de rendimiento de esports desde principios de 2012,  para mejorar sud juegod y ayudarles a llegar a la cima.

Los psicólogos suelen evocar imágenes de un personaje con barba que lleva una chaqueta de tweed con parches en los codos y un sofá de cuero para tumbarse. No se trata de eso, ya que, al igual que en los deportes tradicionales, los esports han visto crecer la necesidad de que sus jugadores competitivos reciban un "masaje" en el cerebro, se disipen sus miedos y se cree una estructura mental clara para alcanzar sus objetivos.

¿Qué se hace exactamente?

Trabajar con jugadores y equipos, preparándolos para un torneo en una fecha y hora específicas, o trabajando en la planificación de su régimen de entrenamiento, en el transcurso de días, semanas, meses o incluso un año. Al principio sólo se ayuda en el aspecto mental de las cosas. Por ejemplo, un jugador viene y dice que le sube la adrenalina cuando juega, y cuando está ganando hacia el final de la partida, sus manos empiezan a temblar y pierde la concentración. Así que se trabajaría con él en algunas técnicas de relajación y se averigua por qué tiene ese subidón. ¿Es porque está ganando? ¿Es porque está conteniendo la respiración y su ritmo cardíaco aumenta?"

Desde el punto de vista de un entrenador deportivo, si se observa cómo se practica, no se ajusta al estímulo que tendrían que afrontar en un torneo. Era una práctica muy “informal”, pero, en el marco del torneo, cuando están allí, no estaban preparados mentalmente para lo que iban a enfrentar.

Hay muchas variables que no se tienen en cuenta. Cosas como lo que se debería comer, lo importante que es dormir, la separación de los entrenamientos y lo importante que es prepararse para un torneo, y no dejar nada al azar. En el deporte tradicional, en los últimos diez años, se ha visto que los equipos han invertido mucho dinero en asegurarse de que se ha cuidado todo, no se deja nada al azar, en términos de que los jugadores vayan lo más cerca posible al 100% de su capacidad. Hay tan poca suerte en la preparación para el deporte tradicional, que cuando entras en el campo o en la cancha, pueden pasar cosas al azar, pero si estás preparado. Es casi lo contrario con los esports en este momento, pero hay mucho crecimiento que podría ocurrir en el entrenamiento físico y mental.

Aun así, es difícil cuantificar el éxito cuando se trata de la psicología real. Los cambios mentales no son estadísticas que se puedan referenciar rápidamente: no se puede decir que la concentración de un jugador haya mejorado un cinco por ciento cada día.

No hay que sentar a los jugadores con pruebas de concentración todos los días. En cambio, hay que fijarse en lo que se puede medir: la constancia. Observar a los jugadores y comprobar si son más constantes. No tienen que entrenar mucho, pero su tiempo de inactividad tiene que estar más involucrado con la actividad física. Puede que entrenen seis horas al día, y luego se tomen un día libre y luego unas cuantas horas más de entrenamiento.

Si ves que un jugador se vuelve más consistente, que invierte más tiempo en general -no necesariamente el tiempo que pasa en la Pc o la consola - sino que mira las repeticiones, hace ejercicio o se alimenta bien, se sumaría todo eso como tiempo dedicado a mejorar.

Antes de que se piense que en el entrenamiento en los esports es como una especie de montaje de Rocky lleno de interminables contiendas y guerras de clanes, el entrenamiento en sí mismo también establece un paralelismo con el mundo real: simplemente no puedes entrenar todo el tiempo, así que se reduce a algo conocido como el atleta de 24 horas, una mentalidad que se considera que también funciona bien para los jugadores profesionales.

En muchos deportes tradicionales, no puedes pasar 10 horas levantando pesas en el gimnasio. Sólo puedes pasar una hora y media como máximo. Así que puedes dedicar una hora a hacer yoga, o una hora a comer bien, o una hora de meditación. Todo se suma al plan del atleta de 24 horas, y cada hora de cada día puedes estar centrado en mejorar en tu deporte. Eso no es necesariamente sólo en el campo o en el gimnasio: todas esas 24 horas te ayudan a convertirte en el jugador que vas a ser cuando juegues realmente en un torneo.

Sin embargo, la psicología de los esports es un área muy especializada y, de hecho, va a hacer falta educación y capacitación hacia ambos lados. Los psicólogos deportivos de deportes tradicionales también tienen que entender a los esports. Hay un sesgo muy pronunciado y es que a algunos psicólogos deportivos les parece muy extraño que jóvenes jugadores profesionales pudieran ganarse la vida con los videojuegos.

Es clave comprender lo que “sufren” los jugadores profesionales: Si entiendes lo que conlleva ser un jugador profesional y lo que tienes que pasar, es mucho más fácil conectar con la gente. Incluso si eres escéptico como jugador profesional sobre la psicología del deporte, el entrenamiento físico y cómo te ayudan realmente en el juego, siempre que puedas mostrar esa comprensión, serán mucho más abiertos, y ahí es donde empezarás a ver cómo se producen las mejoras.

Los jugadores no parecen plantearse preguntas como “qué puedo hacer para mejorar”, ya que, si se preguntan eso, básicamente están poniendo de manifiesto que están haciendo algo mal. Así que nadie está realmente dispuesto a admitirlo.

Palabras finales

Si estás dispuesto a hacer esas preguntas, podrías llegar muy lejos. ¿Quieres ser un jugador profesional? ¿Tu equipo necesita ayuda?
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